Una peli que no tiene desperdicio (1 de 3)

Bueno completando el título yo no diría que no tiene desperdicio, sino que más bien lo es. Bueno todo comienza como una película normal , son cuatro estudiantes, tres chicos y una chica la cual estaba de muy bien ver (maciza vamos), que se gradúan y se van de vacaciones a la playa para celebrarlo hasta ahí bien. El lío empieza en el viaje en el cual la rubia dice textualmente:




-No vayas tan rápido que nos estrellamos.

A lo que contesta el cerebro del grupo:

-Pues sube la música je, je, je. (y todos se empiezan a reir como subnormales que es lo que son)




Otra observación que hago es que se llevan todo el viaje que dura como la mitad de la peli bebiendo agüita, eso sí el conductor no porque recordad que si bebes no conduzcas claaarooo.

Después de haberse bebido el océano atlántico en botellitas, le da por decir al que estaba conduciendo que se iba a desviar a un circuito de carreras, la rubia dice que no pero como nadie estaba de acuerdo con ella, se pone a mover el volante del conductor como si estuviera poseída (casi se matan, pero no cayó esa breba desgraciadamente).


El caso es que llegan a la pista de arena y con árboles a los lados (los subnormales no se dan cuenta que es un camino de tierra lo más normal del mundo) y al conductor le da por hacerse el chulo delante de la rubia y se cargan con el coche una cancela de metal con un gancho extensible de acero puro por lo menos (claro hoy en día quién no tiene un gancho extensible de acero para el buga es una cosa más que indispensable).


Seguimos con el pedazo de subnormal del conductor que le da por correr con su todo terreno que es como cuatro veces un fiat punto por esos caminos donde difícilmente cabe el equipo de rodaje. Bueno el caso es que se dan un trompazo enorme y se bajan todos hechos polvo del coche que queda inutilizable.


Claro menos mal que el genio que dijo lo de la música y el conductor del cual no merece la pena hablar ya, estaban allí para arreglar el coche (porque los otros dos que son la rubia y el otro que habla sólo para cagarla y casi a la mitad de la peli). Después de una profunda reflexión (al menos para ellos la era) llegaron a pensar que el coche lo que necesitaba era agua, entonces yo llegué a la conclusión de que ellos necesitaban un par de cerebros; porque si ese coche andaba sólo con agua sería una intervención divina, ya que al coche parecía que le habían caído un par de Faletes encima.

Un poquito de agua y pa' lante