En primer lugar voy a "mojarme" y daré mi punto de vista directo sobre la fiesta en sí: lo considero una auténtica aberración, divertimento propio de personas insensibles, quizá bien visto en una sociedad del siglo XIII, pero que hoy día no tiene ningún sentido lógico. Tal como afirman todos los medios de comunicación, puede que esta abolición sólo sea una estrategia del gobierno catalán para desvincularse de su "identidad española", pero también es, sin duda, un paso certero a favor de quienes respetamos los derechos de los animales y no vemos en su tortura una forma de entretenimiento. Así pues, aunque todo este asunto sólo tenga un trasfondo puramente político, planta un buen precedente en la historia española, y sin duda alguna servirá de apoyo y ejemplo para que los numerosos grupos antitaurinos se pongan manos a la obra para conseguir erradicar de una vez por todas esa supuesta forma de "arte".
Señores...si quieren arte escuchen música...estoy seguro de que les será mas gratificante que reventarle la espina dorsal a un animal.
"No hay nada tan patético como una multitud de espectadores inmóviles presenciando con indiferencia o entusiasmo el enfrentamiento desigual entre un noble toro y una cuadrilla de matones desequilibrados destrozando a un animal inocente que no entiende la razón de su dolor... Un baño de sangre anual de mil millones de euros"
AJ.
